Sara, mi hija (stra) -la coletilla la pongo entre paréntesis porque no me gusta demasiado y porque el tiempo y las venturas y desventuras me han hecho querer a ese bicho como si fuera propio, aunque para ello tendría que haberla parido con 16 años-, está gritando tanto al teléfono que no consigo escuchar la serie que estoy viendo. La he parado para esperar a ver si paraba o para ver si su padre se decidía a decirle algo o algo... Y he escuchado parte de la conversación que mantenía a gritos: “Lo que pasa es que le tienes tanto miedo a tu madre que no eres capaz de hacerlo aunque sepas que es lo correcto”, decía a voces. No me hizo falta oír más para saber con quien hablaba y de qué. Era su prima desde el otro lado del mundo y hablaban sobre el súcubo supremo, la tía de Sara, la ex-cuñada de mi marido. Es un ser realmente curioso. Tan terrorífico como interesante desde el punto de vista de quién gusta de descubrir rarezas en el mundo. Aunque me temo que no es tan rara como parece, s
El 12 de Julio de 2009 escribí... Se busca hombre de entre 29 y 35 años, no demasiado alto ni demasiado bajo, preferiblemente moreno, agraciado, ni muy gordo ni muy flaco ... Cinco meses y 14 días después le conocí... Tenía 38 (casi 39), así que se pasaba por cuatro años del target deseado. Mide 1,82 y yo, 1,60cm. Así que podría decirse que es casi demasiado alto. Es rubio, aunque de esos rubios que con la edad parecen morenos, con lo que no se le puede tener en cuenta. Sobre todo si le sumamos los ojos verdes... Agraciado es. Y ni gordo, ni flaco (aunque últimamente me ha cogido unos kilillos). Pero vamos, que en términos generales, he de decir que el Universo cumplió (o mi disposición hacia el amor logró que finalmente uno más uno sumaran dos)... Eso sí, no fue inmediato. Como digo, nos conocimos en diciembre. Un fin de año en casa de una amiga común. Pero pasaron muchos meses hasta que sus timidísimas insinuaciones me resultaran evidentes y mi clara disposición le resultara cr