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Lo de siempre...

[15:17:37] Judi dice:si consigo entradas para el concierto tu quieres venir?
[15:17:13] Juan dice:no lo sé lo siento
[15:17:22] Juan dice:no es por ser borde es que no lo sé
[15:17:37] Judi dice:bueno, yo he pedido dos
[15:17:51] Judi dice:si me las consiguen te aviso y si quieres venir bien y si no se lo digo a Fanny
[15:17:58] Juan dice:oks
[15:18:00] Juan dice:gracias
[15:18:18] Judi dice:nada
[15:18:55] Judi dice:una pregunta Juan... ummm... estoy siendo muy... no sé... pesada o algo... ?
[15:52:41] Judi dice:ok... el silencio es suficiente respuesta.....
[15:53:08] Juan dice:perdona es que estaba en plena inspiración y se me pasó la pregunta
[19:14:19] Judi dice:sí, pero al final no contestaste......... :S
[19:32:59] Juan dice:Judi, esto lo quiero hablar contigo... pero no quiero a que te acostumbres mucho a mí
[19:33:15] Judi dice:lo venía viendo
[19:33:17] Judi dice:tranquilo
[19:33:20] Judi dice:lo intento

Pero, no, no lo entiedo... Y ya empiezo a estar harta de esto... ¿Sabéis qué me viene a la mente? El día de la marmota, la película. Eso parece mi vida, un bucle en el que siempre se repiten los días...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola judi,¿que te pasa que no escribes?,seguro que todo no te ha ido tan mal...,ya hace algunos días de tu último escrito y seguro que han pasado mas cosas.Yo he estado trabajando muchísimo y no he tenido tiempo de escribirte nada,pero la verdad,ya me extraña muchisimo y me has dejado mal sabor de boca.De todas formas,tranquila,no te desesperes y te formes cosas en tu cabecita,despacio y tiempo al tiempo,sigue contando a ver si podemos ayudarte,pero sobre todo,no te vengas abajo,vamos a ser un poco cautelosas a ver como discurren las cosas¿no te parece?.Un besito y escribe pronto,seguro que las cosas no han ido tan mal,y si es así,ya veremos como salimos de ésta¿vale?.Besos

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Cumpleaños

Mañana de cumpleaños. ¿Qué he hecho? Levantarme a toda prisa detrás de Juan. Preparar dos tazas de café. Poner al fuego unos macarrones para que se los llevara en un tapper. Desayunar con él… Parecemos una pareja y todo. Sin embargo, no lo somos. Sigue dejándome claro que yo no soy la mujer de su vida. Que no soy lo que busca. Y yo simplemente me aguanto y me conformo con tenerle al menos de momento. Anoche dormí fatal. Probablemente porque me fui a la cama cabreada después de que Juan reconociera que le gusta Nora. ¡Le gusta Nora! Siempre ha hablado bastante mal de ella, de su prepotencia, de su extrema independencia… Ahora me doy cuenta, era despecho. Dice que “Nora no es una opción”, pero yo sé que, si no lo es, es porque ella no quiere. Estoy empezando a cansarme de que me destroce la autoestima, de sentir que no soy suficiente para él. Me recuerda Alberto. O peor, incluso. No es sano que me levante así el día de mi cumpleaños, mirándome con lupa en el espejo y acongoján

Se busca

Se busca hombre de entre 29 y 35 años, no demasiado alto ni demasiado bajo, preferiblemente moreno, agraciado, ni muy gordo ni muy flaco, preferiblemente fibroso, inteligente, con estudios superiores terminados, al que le guste extremadamente el sexo pero sepa ser fiel, que ame la cocina, que le guste limpiar, que no le moleste que su pareja no lo haga, que le gusten los animales, especialmente los gatos, que no tenga pareja y que no tenga miedo a tenerla, para mantener relación estable con una pelirroja, pecosa, bajita, de complexión normal, desastre en el hogar, adicta al trabajo, con estudios superiores y alto nivel de inglés, extremadamente buena en la cama (aunque esté mal decirlo), que adora los gatos y no podría vivir sin el shushi. ¿Algún candidato? Así me va, ¿verdad? jajaja Saludos amigos.

La señal

No sé si el destino existe, ni si existen las señales o los avisos del destino. Pero si existen lo de esta noche, sin duda, lo ha sido. Una señal enorme con luces de neón que reza en grande un mensaje muy claro: PARA. Primero, la romería, y aquel sentimiento de inferioridad, de verme en un lugar en el que no pinto nada y en el que no me apetece estar, con la única cosa en la cabeza de: “en cuanto esto acabe llamo a TS”. Luego su indiferencia al teléfono. Luego, el sentimiento de soledad y de “¿qué hago yo aquí?”. Y cogí el coche, con todo lo que había bebido, y me volví a la ciudad. Pero, en vez de irme a casa a dormir y olvidar, que es siempre la mejor terapia, decidí salir. Y decidí hacerlo con Eusebio y su mujer. Y ya sabía desde que iba saliendo que iba a volver a caer en el desastre. Y lo hice. Me tomé la primera raya de coca. Y ya sabía que esta vez no iba a ser como las caídas anteriores. Lo sabía y aún así no paré. Sabía que esta vez no iba a ser una y me olvidar