Me muero de ganas de llorar... Aquí estoy, en el trabajo, intentando hacer cosas decentes, intentando concentrarme y dejar escondida en la memoria la noche pasada... Pero no puedo. Me siento tan poca cosa. Me siento tan sola, tan decepcionada...
Sí, Juan estuvo anoche en casa. Vino, supuestemente, a traerme mis cosas (aunque, casualmente, se olvidó de las llaves). Trajo cervezas y patatas... No debí aceptar tomar unas cevezas con él, ni ver series como solíamos hacer. Sabía cómo podía acabar la cosa y no me equivoqué.
Pero soy tan ingenua, tan imbécil, que cuando la cosa empezó a ponerse tierna estaba convencida de que si él seguía adelante es porque sí está enamorado de mí. Había tres opciones: 1. Que parara, porque no está enamorado de mí y según dice no quiere hacerme daño. 2. Que siguiera y nos diéramos una segunda oportunidad. 3. Que siguiera y al acabar dijera "esto ha sido un error". La última es la que veía menos probable. No le creía capaz de algo así. Sin embargo, fue la opción ganadora.
A continuación le eché de casa. Le dije que se largara y que no volviera a llamarme ni a escribirme nunca.
Y hoy sólo quiero morirme. Sólo puedo pensar que soy imbécil. Y sigo sin poderme creer que me haya fallado tanto la intuición. Sigo sin poder creerme que la persona con la que he compartido un año de mi vida haya sido capaz de hacerme esto...
Lo superaré. Lo sé. Pero qué duro se me está haciendo esto, amigos. Qué duro...
Sí, Juan estuvo anoche en casa. Vino, supuestemente, a traerme mis cosas (aunque, casualmente, se olvidó de las llaves). Trajo cervezas y patatas... No debí aceptar tomar unas cevezas con él, ni ver series como solíamos hacer. Sabía cómo podía acabar la cosa y no me equivoqué.
Pero soy tan ingenua, tan imbécil, que cuando la cosa empezó a ponerse tierna estaba convencida de que si él seguía adelante es porque sí está enamorado de mí. Había tres opciones: 1. Que parara, porque no está enamorado de mí y según dice no quiere hacerme daño. 2. Que siguiera y nos diéramos una segunda oportunidad. 3. Que siguiera y al acabar dijera "esto ha sido un error". La última es la que veía menos probable. No le creía capaz de algo así. Sin embargo, fue la opción ganadora.
A continuación le eché de casa. Le dije que se largara y que no volviera a llamarme ni a escribirme nunca.
Y hoy sólo quiero morirme. Sólo puedo pensar que soy imbécil. Y sigo sin poderme creer que me haya fallado tanto la intuición. Sigo sin poder creerme que la persona con la que he compartido un año de mi vida haya sido capaz de hacerme esto...
Lo superaré. Lo sé. Pero qué duro se me está haciendo esto, amigos. Qué duro...
Comentarios
Hoy me ha llamado finlandia, como lo llamo en mi blog, el amor de mi vida o eso pensaba... Está en Málaga, y me llama para quedar, ¿ganas de quedar con él? Muchas, pero ya son muchos infiernos, al final por pragmatismo te cansarás, pero si vuelves a caer, esa hora, esos minutos que te llevas.
Las cosas pasan, y cuando tomamos la decisión, es porque es la mejor decisión posible, y tener esperanzas, es algo de lo más bonito que se puede tener.
Judi, no te culpes por querer a nadie, hoy, no sé si lees esto hoy 23, quema un papel, en el que ponga "no quererme por encima de todas las cosas".
Un besote y recuerda, el cariño es lo que le da la fuerza a la vida.
Besotes.
Un beso