En un intercambio de SMSs ayer: YO: Antes me dijiste que querías hablar conmigo y ni te pregunté de qué, si necesitas algo llámame. TS: Na niña, te cuento al volver que es una movida muy íntima y personal. Besos. YO: No estoy yo muy por la labor de tratar ese tipo de asuntos contigo. Ya veremos a la vuelta en cualquier caso. Llámame si necesitas algo de trabajo. Ésa fue la última y única conversación que he tenido con él desde lo último que escribí en este blog. Estaba en casa de mi tía y me quedé sin batería en el móvil mientras hablaba con mi compi Aitor. Así que cambié la tarjeta al teléfono de mi tía para poder continuar la conversación, pero resulta que el número de Aitor lo tenía guardado en el móvil y no en la tarjeta y el único que tenía en la agenda de la sim a quien se lo podía pedir era precisamente TS. Así que le llamé para pedirle el número. Cuando cogió el teléfono parecía nervioso. "Hola". "Hola". "¿Cómo estás? Justo te iba a llamar porque querí
Hubo un tiempo en el que escribir era un juego, otro en el que fue terapia, muchos otros en los que era obligación... Hoy deseo que sea simplemente placer.