Primer día de vacaciones... ¡Qué gusto! Son casi las cuatro de la tarde y me acabo de levantar. ¡Cómo lo necesitaba! Eso sí, me he levantado aún molida, supongo que porque me he tirado toda la noche nadando entre un sueño extraño y angustioso. No tiene sentido alguno, en principio. No aparecía yo, ni nadie. Eran simplemente imágenes que se superponían, como trozos de fotografías digitales o de gifts en movimiento, más bien, que mostraban pedazos de mar que trataban de encajar para formar un mar entero en movimiento.
Yo trataba de encajarlas, pero mentalmente o algo así. Al final del sueño casi lo había logrado y las olas fluían de forma homogénea, excepto por dos trozos. Había una banda de imagen vertical a la derecha que era de otro color y fluía en otra dirección y, junto a esta, un cuadrado pequeño en la parte inferior, a su izquierda, que también era de otro color y fluía hacia arriba. Justo antes de despertarme casi había logrado encajar la banda de la derecha, pero quedaba el cuadrado.
No sé qué querría decir el sueño con seguridad. Pero ahora que me he despertado he recordado qué día es hoy: 17 de julio, una fecha que difícilmente podría borrárseme de la cabeza. El cumpleaños de Alberto. Hoy Alberto cumpliría 35 años. Y digo bien, cumpliría, si no fuera porque no está. Dentro de casi un mes, el 13 de agosto, se cumplirán cuatro años desde su muerte. ¿Será él la pieza de mi sueño que falta por encajar? ¿La pieza que no termina de encajar en mi vida? No lo sé. La mayoría del tiempo pienso que lo he superado y lo cierto es que cuanto más tiempo pasa menos duele. Pero aún duele. Aún, si cierro los ojos, veo con total claridad cada uno de los rasgos de su cara, el brillo de sus ojos, su sonrisa, sus manos... Supongo que no es fácil dejar de amar a un fantasma... Quizás por eso siento que después de él jamás he sido capaz de enamorarme realmente, de amar con la misma intensidad... Ha habido intentos, pero sólo eso.
Cuando Alberto murió ya no estábamos juntos, pero nunca he podido quitarme de la cabeza la idea de que habríamos vuelto si no hubiera ocurrido. Hacía tan sólo cuatro meses que me había pedido volver con él y, después de una lucha interna conmigo misma, le había rechazado y había decidido seguir adelante con la relación que acababa de empezar con Luis, mi ex. Luego murió y yo creo que entré en un coma sentimental que me duró hasta hace año y medio, hasta que Luis y yo rompimos porque nos dimos cuenta de que no nos amábamos lo suficiente. Yo creo que nunca le amé en realidad y que mis tres años y medio a su lado, conviviendo, fueron más una terapia de curación que verdadero amor. Quererle, le querré siempre, porque es maravilloso y me cuidó como ningún hombre lo ha hecho (ni mi padre). Pero estoy casi segura de no haberle amado nunca. No podía, la sombra de Alberto fue siempre demasiado grande y creo que Luis lo sabe.
Pero, bueno. Supongo que ya está bien de hablar de esto que es demasiado trágico. Ahora le pondré una vela y escribiré algo bonito en mi blog literario.
Luego pasaré por la oficina, que cuando me he levantado tenía cinco llamadas en el móvil de Aitor, que ha perdido su agenda de contactos y necesita que le preste la mía. También pasaré por la oficina de un contacto que me ha llamado para un tema en el que llevo trabajando hace tiempo y que quiere que lo siga yo. A veces los contactos o los clientes te ven como las señoras mayores al médico, no se fían cuando se les cambia.
Más tarde, a las diez y media, hemos quedado todos los de la oficina para cenar y tomar algo como despedida por vacaciones. Nos hemos encargado Juan y yo de organizarlo y ha sido guay. Anoche, cuando ya se habían ido todos de la oficina, excepto el subdirector, que estaba en su despacho, estuvimos tonteando un poco. Le dije que se viniera a tomar algo, pero me dijo que tenía que irse a su casa a por ropa y esas cosas porque no pensaba volver a pasar por casa ni esta noche ni la de mañana. Más o menos me insinuó que piensa quedarse esta noche en mi casa. Me dijo que ha "conseguido" algo que me va a gustar. Traté de sonsacarle pero no logré que me dijera de qué se trata. "Dame alguna pista, ¿Acción, objeto o sensación?". "Pues puede ser una sensación, que conlleve una acción y que constituya un objeto". "Magnífico, no entiendo nada". Y sigo sin entenderlo... Ya veremos qué es esta noche, pues sólo con la intriga no voy a dudar en traérmelo a casa.
También va TS a la cena y luego a la fiesta. A ver cómo se porta, porque cada día me está resultando más... más cabrón, sí.
Ya les seguiré contando. Nos leemos.
Yo trataba de encajarlas, pero mentalmente o algo así. Al final del sueño casi lo había logrado y las olas fluían de forma homogénea, excepto por dos trozos. Había una banda de imagen vertical a la derecha que era de otro color y fluía en otra dirección y, junto a esta, un cuadrado pequeño en la parte inferior, a su izquierda, que también era de otro color y fluía hacia arriba. Justo antes de despertarme casi había logrado encajar la banda de la derecha, pero quedaba el cuadrado.
No sé qué querría decir el sueño con seguridad. Pero ahora que me he despertado he recordado qué día es hoy: 17 de julio, una fecha que difícilmente podría borrárseme de la cabeza. El cumpleaños de Alberto. Hoy Alberto cumpliría 35 años. Y digo bien, cumpliría, si no fuera porque no está. Dentro de casi un mes, el 13 de agosto, se cumplirán cuatro años desde su muerte. ¿Será él la pieza de mi sueño que falta por encajar? ¿La pieza que no termina de encajar en mi vida? No lo sé. La mayoría del tiempo pienso que lo he superado y lo cierto es que cuanto más tiempo pasa menos duele. Pero aún duele. Aún, si cierro los ojos, veo con total claridad cada uno de los rasgos de su cara, el brillo de sus ojos, su sonrisa, sus manos... Supongo que no es fácil dejar de amar a un fantasma... Quizás por eso siento que después de él jamás he sido capaz de enamorarme realmente, de amar con la misma intensidad... Ha habido intentos, pero sólo eso.
Cuando Alberto murió ya no estábamos juntos, pero nunca he podido quitarme de la cabeza la idea de que habríamos vuelto si no hubiera ocurrido. Hacía tan sólo cuatro meses que me había pedido volver con él y, después de una lucha interna conmigo misma, le había rechazado y había decidido seguir adelante con la relación que acababa de empezar con Luis, mi ex. Luego murió y yo creo que entré en un coma sentimental que me duró hasta hace año y medio, hasta que Luis y yo rompimos porque nos dimos cuenta de que no nos amábamos lo suficiente. Yo creo que nunca le amé en realidad y que mis tres años y medio a su lado, conviviendo, fueron más una terapia de curación que verdadero amor. Quererle, le querré siempre, porque es maravilloso y me cuidó como ningún hombre lo ha hecho (ni mi padre). Pero estoy casi segura de no haberle amado nunca. No podía, la sombra de Alberto fue siempre demasiado grande y creo que Luis lo sabe.
Pero, bueno. Supongo que ya está bien de hablar de esto que es demasiado trágico. Ahora le pondré una vela y escribiré algo bonito en mi blog literario.
Luego pasaré por la oficina, que cuando me he levantado tenía cinco llamadas en el móvil de Aitor, que ha perdido su agenda de contactos y necesita que le preste la mía. También pasaré por la oficina de un contacto que me ha llamado para un tema en el que llevo trabajando hace tiempo y que quiere que lo siga yo. A veces los contactos o los clientes te ven como las señoras mayores al médico, no se fían cuando se les cambia.
Más tarde, a las diez y media, hemos quedado todos los de la oficina para cenar y tomar algo como despedida por vacaciones. Nos hemos encargado Juan y yo de organizarlo y ha sido guay. Anoche, cuando ya se habían ido todos de la oficina, excepto el subdirector, que estaba en su despacho, estuvimos tonteando un poco. Le dije que se viniera a tomar algo, pero me dijo que tenía que irse a su casa a por ropa y esas cosas porque no pensaba volver a pasar por casa ni esta noche ni la de mañana. Más o menos me insinuó que piensa quedarse esta noche en mi casa. Me dijo que ha "conseguido" algo que me va a gustar. Traté de sonsacarle pero no logré que me dijera de qué se trata. "Dame alguna pista, ¿Acción, objeto o sensación?". "Pues puede ser una sensación, que conlleve una acción y que constituya un objeto". "Magnífico, no entiendo nada". Y sigo sin entenderlo... Ya veremos qué es esta noche, pues sólo con la intriga no voy a dudar en traérmelo a casa.
También va TS a la cena y luego a la fiesta. A ver cómo se porta, porque cada día me está resultando más... más cabrón, sí.
Ya les seguiré contando. Nos leemos.
Comentarios
Sobre Alberto, da la triste casualidad que en estos días hace aniversario del fallecimiento de alguien muy especial para mi a pesar de no haber sido nunca mi pareja. Desde que tenia 15 años siempre hemos sabido nuestra atracción y nuestros impedimentos en cada momento de estar juntos, pero siempre daba por seguro que era el chico con el que acabaría, ha hecho 5 años, y aún lo sigo pensando, como tu dices es difícil dejar de querer a un fantasma.
Ahora pienso en el destino como nos unía y a la vez la casualidad nos desunía, y no se si así era lo mejor para los dos, pero siempre me quedará la duda si algo hubiera cambiado en su vida..