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"¿A qué se debe esta llamada?"

"¿A qué se debe esta llamada?". Éso es lo que yo me pregunto. Para qué le llamé. No sé. Fue un impulso. Me sentía sola en casa. Me siento sola en casa, de hecho. Llevaba un rato planteándome si salir o no esta noche, a pesar de que, supuestamente había quedado para salir con Fanjul, Nora, Miriam y el resto de compañeros. Digo supuestamente porque pasadas las doce de la noche, dudo mucho que se acuerden de que habían quedado en llamarme cuando acabaran los temas de fin de semana.

Total, que le llamé. Cuando fui a darme cuenta estaba dando señal el móvil. Lo cogió. Dudaba de que lo hiciera estando como está a varios cientos de kilómetros con sus amigos. "¿Qué haces?". "Aquí en casa, decidiendo si salir o no, y tú, ¿qué tal el vuelo?". "Bien, acabamos de llegar y estamos en el apartamento de Charly que vamos a salir ahora a cenar algo". "Aum, qué guay, pues yo no sé, me está entrando sueño". "¿Y a qué se debe esta llamada?". Tuve que tragar saliva dos veces antes de contestar. "Emmm, no, quería preguntarte cuánto te costó el billete de avión". "¿Estás pensando venir?". "No sé, al igual". "Pero, si tienes que trabajar y estás sin dinero". "Ya, por eso te preguntaba el precio". "No sé, Judi, me parece un poco locura teniendo que currar". "Ya, bueno, es sólo una posibilidad, me da mucho masque quedarme todo el finde sola en la ciudad, os vais todos". "Ya, mujer, pero sin dinero y eso, no sé, tu verás". "Sí, tienes razón es una locura". "A mí me da igual, eh, lo digo por ti, que porque te pierdas una fiesta no pasa nada, habrá más ocasiones". "Sí, tienes razón, nada olvídalo, pásalo bien". "Venga, nos vemos el lunes, un beso". "Otro".

He tenido que controlarme para no llorar. ¿Por qué soy tan idiota? ¿Cómo se me ocurre llamarle? ¿Qué estará pensando ahora? Probablemente crea que estoy loca por él. Me debe ver como a una pesada. Quisiera meterme debajo del sofá y no volver a salir.

Después llamé a Fanjul. Estaba cenando con Nora y no sé quién más. Le dije que por qué no me habían avisado y me contestó que no sabía, que él está recién llegado a la ciudad y que lo llevan de un lado a otro. Tiene razón. Sin embargo, no hay excusa para que ni Nora ni Juan me hayan llamado. Aunque al igual Juan sí lo hizo, no lo sé. Tengo una llamada perdida de un número que no conozco y el teléfono de Juan no lo tengo en el móvil. Llamé pero estaba apagado.

Así que creo que me voy a la cama. Mañana me levantaré temprano para sacar libros de las cajas y terminar con mi limpieza de la cocina. Es lo mejor. Eso y olvidar. Lo mejor.

Uff, qué sola me siento en este instante... Sola, tonta, gorda, fea, pesada, ingenua... Hay momentos en los que me pregunto qué sentido tiene la ilusión. Es curioso que ilusión comparta a veces significado con espejismo, ¿no creéis? Supongo que en este instante soy incapaz de ver un oasis.

Voy a leer un poco, algo que no sean mis penas. Haced lo mismo, que hoy deprimo.

Hasta pronto.

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