Ir al contenido principal

No soy yo demasiado de enfadarme

No. No sirvo para enfadarme. Yo no puedo ser tan dura con la gente como Fanny. Sólo cuando alguien me demuestra que realmente ha actuado de mala fe, con malos sentimientos, sólo entonces soy capaz de alejarme completamente de esa persona. Pero no es el caso. Ella piensa que soy demasiado blanda, yo que ella es demasiado dura. Aunque no se lo he dicho.

El caso es que no puedo enfadarme con tanta dureza con TS como ella espera de mí. Sí, me ha hecho daño. Mucho daño. Me ha hecho sentir una mierda. Pero no considero que lo haya hecho intencionadamente. Es cierto que no se ha parado ni por un segundo a valorar mis sentimientos. Es cierto que ha sido egoísta y que ha actuado como un crío inmaduro. Pero no considero que sea mala persona. Creo que las acciones no se pueden valorar aisladas de su contexto, que cada actuación forma parte de un todo y que, en este caso, algo también ha tenido que ver mi manía por esconderme, por presentarme al mundo como una mujer fría, frívola y práctica. Una mujer que no soy.

¿Es suficiente justificación el momento que él está pasando? Sus dudas, sus temores, su inseguridad a la hora de enfrentarse a una nueva situación. Quizás no sean suficiente justificación para el daño que me ha hecho, quizás no sean suficiente justificación para que yo pueda verle de nuevo como le veía hace tan sólo unos días, con el cariño que le veía hace tan sólo unos días, pero sí es justificación suficiente para que no le condene a ser objeto de mi desprecio. No, no le desprecio. Me ha decepcionado, sí, ya no puedo sentir por él la admiración y el apego que me llevaron a estar al borde del enamoramiento. Pero aún creo que es buena persona, un tío inteligente y que puede ser, no sé si un amigo, pero sí al menos un agradable compañero de trabajo. Y con eso prefiero quedarme, antes que con el rencor.

Porque el rencor es un demonio que tan sólo destruye al que lo posee. Yo prefiero dejar las cosas como están.

Por cierto, ahora cuando he hablado con él por teléfono para preguntarle por la nueva web de la empresa, me ha preguntado que qué tal con mi ex. "¿Hay boda?", me dijo. "No, boda no", le contesté. "¿Hay viaje?". "Sí, eso sí". "Ah, bien, bien entonces". "Sí, muy bien". ¿Por qué lo pregunta? ¿Porque espera que reconciliándome con mi ex le deje en paz? ¿O porque siente celos? Me quedaré con la duda, aunque me decanto más por la primera opción.

Os seguiré contando. Ahora me voy a ver si me reencuentro con algunos amigos y me pongo a estudiar algo para el examen que tengo mañana.

Besos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Peor que quinceañera...

Sí. Seguramente sigo siendo una quinceañera, como me han comentado por ahí. De no ser así, no volvería continuamente a aferrarme a aquellos mismos pensamientos que me obsesionaban cuando tenía esa edad: la cuchilla brillante en la muñeca, un tajo firme y largo y adiós al sufrimiento. Sin embargo ya no tengo la misma impulsividad de entonces para hacerlo. Sin embargo me paro a pensar en lo que pensarán de mí todos los que me conocen por mi profesión y todo lo que se diría de mí si lo hiciera, y me pregunto por qué no acabaría la faena cuando tuve la oportunidad de hacerlo sin ser nadie para nadie... Trastorno de personalidad mixto con tendencias autolíticas... Esa soy yo según el único diagnóstico coherente que me han hecho en la vida. Pero sin tecnicismos, lo que soy es una mujer absolutamente sola en el mundo, sin un sólo lazo de amor real con este mundo, sin nada firme a lo que agarrarme. Quizás por eso, en el fondo de mí misma quería estar embarazada. A pesar de las dificultades, de...

¿Estoy somatizando?

Aquí sigo amigos, con mi angustia. Después de estrujarme la cabeza, mirar calendarios, comparar fechas y hacer muchas cábalas, he llegado a la conclusión de que la menstruación no me toca hasta mediados o finales de esta semana (si no me equivoco...). Así que, por ese lado, supongo que debería estar más tranquila y pensar que me estoy obsesionando porque hacía mucho que no cometía una locura y porque últimamente para mí cualquier cosa es motivo de estrés. Sin embargo, aunque eso sea lo que me dice la cabeza, el cuerpo y las sensaciones me dicen otra muy distinta. Vamos, me lanzan un mensaje en letras gigantes que va a hacer que me estalle la cabeza: ESTÁS EMBARAZADA!!! Los pechos se me han relajado un poco y ya parece que no están tan hinchados. Sin embargo han empezado otros síntomas extraños. Empezaré por el principio y de forma cronológica. El domingo día 19 de agosto me acosté con Juan como ya os conté. El martes comencé a sentir los pechos hinchados y los pezones muy muy duros y s...

De desenganches, pillados y otras caídas...

Qué día tan raro. Seguimos diciendo, sin decir nada, mucho más de lo que queremos decir. O eso creo yo. "Entonces, ¿te dieron estas dos semanas para desengancharte de nuestra historia?", me preguntó tomando un café. "¿Desengancharme? Yo no estaba enganchada". "Bueno, seamos realistas, la cosa derivó de un modo bastante extraño". "Sí, pero no por enganche, pero ya no tiene sentido hablar de eso". "Quizás no, pero entiende que en aquel momento no quería hacer daño a Maca" (Maca es su ex). "Maca llegó el domingo". "Y a ti lo que te molestó fue lo del sábado". "Sí, pero ya da igual". "Es que sigo sin entender qué te molestó"... Fue muy largo, pero yo acabé diciéndole algo así como que lo que me había molestado era su inmadurez a la hora de enfrentarse a una conversación conmigo y su escasa valoración de nuestra amistad y él me respondió que soy "una crack" por cómo me tomo las cosas. No sé q...